Menos de un 1 por ciento de los bosques arrasados por la borrasca Juliette han sido restaurados.

La semana que viene

A ver si ahora nos vamos a sorprender de que muchas de esas grandilocuentes promesas que acostumbran a hacer los políticos a pie de obra y con el corazón en la mano no acaben cumpliéndose. Como a los ciudadanos normales y corrientes cuando nos invitan a una casa a cenar, a los políticos con mando les gusta también presentarse en las catástrofes llevando algo en las manos para no quedar mal. Pero ahora imagínense que, al abrirnos la puerta, nosotros empezáramos prometiendo que esa botella de vino o ese ramo de flores los haríamos llegar la semana que viene.